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Tutti gli articoli per il giorno 21 ottobre 2012
Panico, depressione, psicosi. Stare sempre online modifica il nostro cervello. L’articolo di Newsweek
di Stefano Vergine
Anidride carbonica, metano e ossido di di azoto sono alcuni dei gas emessi nel processo di coltivazione. E’ quanto emerge da uno studio in corso in Brasile, dove si dimostra che la colpa è di fertilizzanti e concimi sintetici
Il Centro di energia nucleare in agricoltura dell’Università di San Paolo, sostenuto da Illycaffè, ha messo in piedi uno studio sulle emissioni di gas serra nelle coltivazioni di caffè. L’obiettivo è quello di aiutare tutta la filiera produttiva a identificare i problemi e a privilegiare quelle tecniche agricole alternative che, pur non pregiudicando la produzione, riducano le emissioni dei gas responsabili dell’effetto serra.
Coordinata da Carlos Clemente Cerri, specialista di cambiamenti climatici, la ricerca è attualmente in corso nel Minas Gerais, lo Stato brasiliano dove si concentra il 67,9 per cento della produzione di caffè del Paese. «Nel prossimo futuro i consumatori esigeranno queste informazioni e noi dobbiamo metterci nelle condizioni di dare risposte adeguate», ha spiegato. Lo studio misurerà l’impatto del settore del caffè attraverso l’identificazione dei principali gas emessi nel processo di coltivazione. In cima alla classifica ci sono anidride carbonica, metano e ossido di diazoto.
E gli studiosi hanno già scoperto che a inquinare più di qualunque altra cosa quando si coltiva caffè sono i fertilizzanti, in particolare quelli azotati. Secondo Cerri, questo tipo di concimazione rilascia infatti ossido di diazoto, uno dei peggiori gas serra. Per arrivare a queste conclusioni i ricercatori hanno analizzato tre importanti regioni del Minas Gerais: Cerrado, Matas de Minas e Sul de Minas.
In Matas de Minas è emerso che il 75 per cento del totale delle emissioni analizzate è dovuto all’uso di concimi contenenti azoto, contro il 68 per cento nel Cerrado e il 59 per cento nel Sul de Minas. Il primato del Matas de Minas è presto spiegato: qui il 91 per cento della concimazione del terreno viene realizzata attraverso fertilizzanti azotati sintetici e solo il restante 9 per cento con sterco di bovino e polpa di caffè. Per Cerro c’è solo una strada da seguire sul breve termine: «Intensificare l’uso di fertilizzanti organo-minerali, che generano una diminuzione dei costi, una riduzione delle emissioni e un incremento del rendimento».
Rubias y morenas, dieron vida a personajes inolvidables como la Drusila de ‘Calígula’ y a Jeanne, de ‘El último tango en París’

La actriz Sylvia Kristel, estrella holandesa de la película erótica de los años 70 “Emmanuelle” , murió de cáncer este jueves. Tenía 60 años. Kristel saltó a la fama con la película del francés Just Jaeckin sobre las aventuras sexuales de un hombre y su hermosa y joven esposa en Tailandia.
El filme fue visto por más de 350 millones de personas alrededor del mundo y duró diez años en cartelera en París. El filme inauguró un boom erótico en la cultura popular, sobre todo europea, que dejó a actrices encumbradas como verdaderos símbolos del “softcore”:
Sylvia Kristel, la mirada transparente
Alta, delgada, de mirada casi transparente, Sylvia Kristel, rodó muchas otras películas, pero fue una sola, “Emmanuelle” , la que en los años setenta la convirtió en un mito erótico mundial.
Desde la gran pantalla, una joven Kristel de mirada entre inocente y pícara, pelo corto, sentada en un exótico sillón de mimbre y con un collar de perlas sobre sus senos desnudos, invitaba al espectador a los más ocultos placeres.
Después siguieron otros títulos, pero fue en 1973 cuando el cineasta francés Just Jaeckin le ofreció protagonizar el que fuera el gran papel de su vida, “Emmanuelle” , que le llevaría a la fama pero que, a la larga, devoró a la actriz y a la mujer.
Edwige Fenech, la maestra
Actriz de nacionalidad italiana, alcanzó la fama en el género giallo, versión de suspenso con tintes de terror en ese país.
Filmó más de 60 películas en donde encarnó lo mismo a heroínas que a villanas, todas ellas sensuales. Regaló no pocos encuadres en donde aparecía semidesnuda.
Se le recuerda especialmente por dos de sus filmes: “La bella Antonia, primero monja y después demonia” y “La Maestra/La enseñante”.
Esta última generó el subgénero de “las maestras”, en donde se explotaba esta vieja fantasía masculina.
Quentin Tarantino la invitó a participar en Hostal, como reconocimiento a su trayectoria en títulos de suspenso y horror.
El tango de María Schneider
Saltó a la fama en 1972 con “El último tango en París”, de Bernardo Bertolucci. En la obra da vida a Jeanen, la pareja de Marlon Brando.
Poco después fue afectada por males psicológicos. En 1976 abandó su papel de Drusila en “Calígula”, siendo reemplazada por Teresa Ann Savoy.
En 1977, sin embargo, apareció en otro de los filmes más recordados del género: “Ese oscuro objeto del deseo”, del cineasta español Luis Buñuel.
Falleció el 2 de febrero de 2011.
Teresa Ann Savoy, la Drusila de Calígula
Nació en 1955, en Inglaterra. Después de vivir en una comuna hippie de Sicilia, posó para Playboy en 1976 y en otra publicación para caballeros llamada Playmen.
Apareció en Calígula, famoso filme de Tinto Brass, junto a Helen Mirren, Malcom McDowell y Peter O´Toole.
Linda Lovelace, garganta profunda
Lovelace no pertenece propiamente al género erótico, de hecho, representó una vuelta de tuerca en este tipo de filmes.
Si bien “Emanuelle” se convirtió en la película erótica más taquillera, “Garganta profunda”, consiguió lo propio en el terreno de la pornografía. Fue vista por más de 350 millones de personas en el mundo y hasta la fecha es la cinta más taquillera del género.
En Hollywood avanzan planes para realizar una biografía de Lovelace, justo en el momento en que filmó “Garganta profunda”, la historia de una mujer que tenía el clítoris ubicado en la garganta.
Los suspiros de Jane Birkin
Fue famosa como actriz, cantante y esposa del compositor francés Serge Gainsbourg. Aunque no tiene una filmografía amplia en el género erótico, causó conmoción con su desnudo en la película “Blow Up”, de Michelangelo Antonioni.
En 1969 publicó la canción Je t´aime… moi non plus, donde grabó sus suspiros mientras tenía relaciones con Gainsburg.
Laura Antonelli, la tragedia

Esta italiana se convirtió en un sex symbol en la década de los setentas. Apareció semidesnuda y derrochando belleza en filmes como “Malizia” y “Me gusta mi cuñada”.
Tras ser una de las mujeres más hermosas de Italia, engordó, tuvo una cirugía plástica que la desfiguró y se le acusó de posesión y tráfico de drogas en 1991.
Tras diez años de apelar la sentencia, finalmente ganó y se reconoció su inocencia, pero en 1996 fue internada en una institución psiquiátrica.
Barbara Bouchet, la secretaria

Alemana y rubia, Bouchet nació en la Alemania nazi de 1943. Interpretó papeles sensuales con batas transparentes y bikinis escandalosos en las películas “John Goldfarb”, “Please Come Home”, “In Harm´s Way”, “Agent of H.A.R.M.”, “Angustia de Silencio”, “La tarántula del vientre negro” y “La amiga de mi madre”.
Pese a que se convirtió en un sex symbol en la comedia italiana, numerosos seguidores la recuerdan como Monypenny, la secretaria inocente y sexy a la vez de James Bond en Casino Royale. En esta película, a diferencia de sus éxitos italianos, Bouchet no mostró demasiada piel.
Gloria Guida, cara de niña
También italiana, inició su carrera como cantante e incluso participó en el Festival de San Remo.
En 1974 debutó con la comedia erótica “La colegiala se enamora”, más tarde filmó “La colegiala seduce a los profesores”, “Blue jeans”, “Pecados de juventud” y “Mujer casada muy complaciente”.
Posó y apareció desnuda en múltiples ocasiones.
Laura Gemser, la Emanuelle negra
En 1974 debuta con “El amor libre”, en 1975 colabora en “Emanuelle 2: la antivirgen”, donde tenía una escena de masaje con la protagonista, Sylvia Kristel.
Gemser volvió a participar en otras seis versiones de Emanuelle, como “La Emanuelle negra”, dirigidas por Joe D´Amato.
ml